El San Roque cierra un año 2011 casi perfecto. El conjunto aurinegro se ha instalado en la aristocracia de la complicada Segunda División. Terminó el pasado ejercicio en la quinta posición, la misma que ocupa actualmente. En ningún momento pasó apuros clasificatorios y siempre tuvo más presente los cuatros primeros puestos que en la zona baja. Además, logró una meritoria clasificación para la Copa del Rey que le permitió medirse hace unos días al Sevilla en una eliminatoria de ida y vuelta que demostró la madurez del equipo lepero. Prueba ello es que el cuadro lepero rindió igualmente tanto con Sergio Lobero como actualmente con Lusi García Tevenet. Además, el proyecto deportivo ha quedado definido claramente. Los aurinegros basan todo en la juventud y la proyección de sus jugadores.
No tienen el más mínimo vértigo a la hora de confiar el equipo a futbolistas con talento y porvenir, por encima de la veteranía tan habitual de la Segunda B. Con estas armas ha logrado firmar un 2011 casi perfecto al que faltó un escalón la pasada campaña y por el que luchará en la presente. El equipo de Tevenet tiene hasta junio de 2012 para redondear su época dorada con una clasificación para la promoción de ascenso.
Al éxito deportivo hay que unir, clave en esta categoría, la estabilidad del proyecto. Con una economía solvente y garantizada por sus accionistas británicos, el San Roque ha logrado avanzar en su conversión en Sociedad Anónima Deportiva sin generar ningún tipo de controversia. Con un estadio nuevo, una clasificación desahogada y suficiente estabilidad institucional, el próximo paso para este San Roque será subir el peldaño que lo separa los puestos de ascenso a Segunda División.
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