Análisis desde el punto de vista arbitral del colegiado del partido, por Francisco Toscano.
Fue un encuentro en el que, sin existir acciones excesivamente duras, tuvo que amonestar a un total de siete jugadores. Quizás la más curiosa de todas ellas llegó en el minuto diecinueve y la vio el canterano Juan Villar por “abandonar el juego sin mi autorización“, y es que ningún jugador de los veintidós que se encuentran en el terreno de juego puede salir de éste deliberadamente sin permiso del árbitro. Además, fueron amonestados Michel y Tiago y Zambrano por agarrar al contrario, Martínez por zancadillear, Danilo por un codazo en un salto y Manu por retrasar la puesta en juego del balón.
A pesar de no ser un partido de excesivo protagonismo arbitral, cabe destacar que el conjunto herculino reclamó dos posibles penaltis en el área albiazul. El primero de ellos en el minuto diecisiete, donde Callejón cae al suelo supuestamente tras ser agarrado por Ximo. En la repetición se puede observar que no existe tal y la jugada es completamente legal. La otra jugada polémica llegó tras un centro al área donde el balón rebota en un defensor, pidiendo mano de éste, pero la cual está completamente pegada al cuerpo y es absolutamente involuntaria.
Otro aspecto reseñable es la actitud arbitral a lo largo de los noventa y cinco minutos que duró el encuentro, donde se mostró cómodo, siguiendo el juego desde una distancia considerable y en el que aplicó con mucha lógica la ventaja en el juego. En definitiva, un arbitraje muy correcto, rayando a un gran nivel el colegiado murciano.
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