Se trata del tercer pago correspondiente a la ampliación capital.
Se trata de un plazo que debió de ser satisfecho el pasado quince de abril, pero que a diez de mayo sigue sin ser abonado. Un retraso de veinticinco días que supone un alto riesgo, ya que se pone en peligro la capacidad del club para afrontar sus pagos. Como consecuencia, se expone a ser denunciado ante sus acreedores.. Entre ellos sus futbolistas, que respaldados por la AFE denunciarán si no se les ha pagado lo correspondiente a las nóminas de esta temporada.
Un extremo en el que no quieren pensar en el Consejo de Administración, pero que les preocupa a cada día que pasa. Sobre todo porque de cara a la opinión pública mantienen silencio sobre el retraso y muestran tranquilidad, pero la realidad es bien distinta. Hay incertidumbre porque en los últimos días han intentado contactar con el Ayuntamiento para saber qué pasa con el dinero y no han encontrado respuesta.
Silencio sepulcral por parte de un Ayuntamiento volcado en las elecciones municipales y que hace temer lo peor a un Consejo que no quiere pensar en lo peor y que no quiere evitar, estar razonablemente preocupado.
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