Pendientes del “sí quiero” de Carlos Ríos

El club desea que la respuesta a la oferta de renovación no se demore más allá de esta semana o diez días a lo sumo. Las posturas están próximas y se espera que haya acuerdo satisfactorio.

El Recreativo quiere que Carlos Ríos sea su entrenador para el próximo proyecto. Lo pretende su director deportivo, Julio Fernández Peguero, y el presidente de su consejo de administración, José Miguel de la Corte. Hay consenso de cara al futuro. Todos ven en el sanluqueño al técnico ideal para hacerse con los mandos de la nave la próxima temporada.

El preparador tiene una oferta formal encima de la mesa a la que debe dar respuesta en un plazo que no debe dilatarse más allá de una semana o diez días a lo sumo, según afirma fuentes internas. Es el plazo con el que trabaja la comisión deportiva recreativista. Tras sumar los cincuenta puntos ante el Córdoba, los dirigentes onubenses quieren aprovechar la ventaja temporal que ofrece la permanencia virtual para poder organizar con el tiempo suficiente una próxima campaña que se antoja complicado.
La propuesta que tiene Ríos encima de la mesa contempla un contrato por dos temporadas a razón de unos 100.000 euros por campaña. Según fuentes consultadas por Huelva Información, la predisposición del técnico es positiva y el proyecto, que ya ha confesado públicamente conocer, le parece motivador como entrenador. Hay un detalle en el que existen discrepancias. Al parecer, el cobro del segundo año estaría condicionado al primero de manera que si es destituido durante la próxima campaña no cobraría la siguiente. Es una de las principales diferencias que siguen abiertas en la negociación.

No obstante, tanto desde el club como desde el propio entorno del técnico se confía en que el acuerdo llegue en los próximos días. Hasta el técnico aseguró tras el encuentro contra el Córdoba del sábado que estaba “tranquilo” y ya se vería “lo que pasaba en los próximos días“.Definir al encargado de dirigir al equipo es la primera pieza para el proyecto. Tenerlo atado a primeros de mayo garantiza preparar el futuro con un margen de maniobra mayor que el de algunos oponentes. Además, otorgaría tranquilidad al entorno y evitaría distracciones, ahora que el Decano se ve con opciones reales de pelear por disputar la promoción de ascenso a Primera División.
Carlos Ríos tomó el mando del equipo después del encuentro contra el Salamanca de la primera vuelta. Pablo Alfaro firmó un comienzo de campeonato desastroso. El Decano no sumó ni una victoria en esta fase del campeonato, lo que lo llevó a asentarse en la zona de descenso y mostrar síntomas de no tener capacidad de reacción. Antes de presentar su dimisión, el Consejo de Administración anterior decidió destituir a Alfaro, para que Carlos Ríos tomase el timón de la nave. Tras llegar a ser colista de la categoría contra el Celta en la primera vuelta, comenzó una reacción que a día de hoy ha garantizado la permanencia en la categoría y que parece no tener fin, con la promoción en el horizonte.

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