De momento, no es más que un comienzo, pero Adrián Colunga manifestó a Osasuna su deseo de retomar las negociaciones que se frustraron en el mercado invernal y que impidieron que se convirtiera en el refuerzo rojillo deseado para la segunda vuelta. Ocurrió en la visita del Zaragoza al Reyno de Navarra, el mes pasado, y el delantero asturiano no tuvo reparos en confesar a los dirigentes del club navarro su disposición a volver a intentarlo.
Es un paso, pero no es suficiente. Evidentemente, el interés de Osasuna sigue en pie, no sólo porque quieren reforzar el ataque del equipo, sino porque Colunga volvió a demostrar en Zaragoza una calidad fuera de toda duda al aprovechar al máximo los minutos de los que dispuso. En apenas 16 partidos, marcó 7 goles. Además, hay que tener en cuenta que sólo disputó 8 de ellos como titular, y que jugó 848 minutos. Marcó, por tanto, un gol cada 106 minutos, una media sólo al alcance de los grandes de la Liga. Ha marcado 4 de sus dianas en las últimas 5 jornadas, siendo decisivo para la salvación del Zaragoza.
Colunga, de 25 años, estuvo a punto de recalar en Osasuna en enero, cuando militaba en el Recreativo, pero para que la operación se hubiera materializado se requería la aprobación de Jorge Galán, al que quería el conjunto onubense. Comenzaron así unas conversaciones que fructificaron en un acuerdo y que hicieron que se diera por hecha la llegada de Colunga a Pamplona. En Huelva se le había calificado de auténtico traidor y sus últimas semanas en el Recreativo fueron un auténtico infierno, con un supuesto ataque a su coche por parte de unos aficionados incluido. El controvertido carácter se Colunga siempre ha estado en entredicho.
La operación estaba casi cerrada, pero se vino abajo. Una conversación de José Antonio Camacho con el jugador dio pie a que el de Garde confiara en tener posibilidades en la segunda vuelta y el club le dio la opción de elegir entre quedarse y marcharse a Huelva. El delantero navarro prefirió quedarse, y el resto es conocido.
Galán apenas ha tenido oportunidades en la segunda vuelta, ya que ha terminado la campaña sin ser titular. Marcó en su debut y no volvió a hacerlo. Una situación frustrante para el joven rojillo, que veía cómo él apenas jugaba minutos y el futbolista que iba a venir en su lugar daba un gran rendimiento en el Zaragoza.
Sin embargo, en Osasuna no se rasgan las vestiduras con lo ocurrido. Se le dejó libertad de elección al chaval y no hay vuelta de hoja. Una vez visto, está claro que Colunga podría haber ofrecido un gran rendimiento, pero el fútbol ofrece una segunda oportunidad y el asturiano vuelve a presentarse en el camino.
Cuando se rompieron las negociaciones con Osasuna, el Zaragoza logró su cesión, pero sin opción de compra, como sí contemplaban el trato con los rojillos. El Recre sabía de la situación económica de los maños y prefirió no incluir esa opción, por lo que Colunga ha regresado a Huelva sin contraprestación alguna a un club dispuesto a escuchar todo tipo de ofertas por su revalorizado jugador. Se habla de un precio de partida de 3,5 millones de euros.
No han tardado en llegar las novias. De hecho, el Wigan inglés parece dispuesto a hacer una importante oferta por él y en algunos medios se especulan con que será Inglaterra su destino. El propio Zaragoza también está intentando que vuelva (se ha llegado a publicar en la capital maña que ya hay un preacuerdo de 4 años) y el Valencia es otro de los clubes que puja por él para intentar la difícil labor de sustituir a Villa.
En Osasuna saben que el verano va a ser largo y no olvidan el caso Camuñas. El año pasado, su precio de partida era de 5 millones de euros y había un montón de equipos que lo querían. Pero los meses pasaron y terminó en Osasuna por 1 millón. Por eso no tiran la toalla y no descartan que ese jugador que hace un mes les dijo que quería volver a intentar la aventura rojilla siga dispuesto a ello.
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