Mucho tendrían que cambiar las cosas para que el futuro próximo de Rafa Barber no pase por Tarragona. El mediocentro, que ha dado por cerrada su etapa de cinco años en el Recreativo tras rechazar la última propuesta de renovación por parte del Decano (dos temporadas y una leve mejora salarial), sabe de primera mano la intención del Nàstic de hacerse con sus servicios, pretensión que el club tarraconense ya dio a conocer en el pasado mercado de invierno.
Entonces, el conjunto catalán le ofreció un contrato por dos temporadas, un salario superior y, más importante aún, la seguridad de que desempeñará un papel protagonista en el proyecto deportivo. Unas condiciones que el Nàstic mantiene sobre la mesa, a la espera que el próximo 30 de junio expire el contrato de Barber. El contraste con su situación en Huelva, donde la propuesta de renovación obedece más a la presión de la grada que al convencimiento de los técnicos sobre la valía del valenciano como jugador, es evidente.
Aunque legalmente puede hacerlo –todo futbolista que termine contrato este junio es libre de negociar desde enero–, el valenciano no tiene nada firmado con ningún club, pero salvo que aparezca una oferta de superior categoría, marchará a Tarragona. Por eso es obligado destacar la profesionalidad extrema de Barber, que lejos de borrarse para evitar una lesión que pudiera comprometer su futuro, ha mantenido el nivel de intensidad en los entrenamientos, de ahí que Agné le haya dado la titularidad en los últimos partidos. El pivote deja el Recre, pero lo hace por la puerta grande.
Aclarado el futuro inmediato de Rafa Barber y Aitor Tornavaca, este último renovará por una temporada con opción a otra y una cláusula de renovación automática de 25 partidos, tal y como adelantó el diario Odiel Información hace unas semanas, queda por resolver la situación de Iago Bouzón y Poli, los otros dos futbolistas albiazules que terminan contrato el próximo día 30 de junio.
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