Sorprendió al Celta (0-3) con un juego plagado de intensidad, toque y ambición, y lleva 10 de los 12 últimos puntos posible.
Finalmente el elegido para cubrir la ausencia del sancionado Matamala fue Emilio Sánchez pese a que todo hacía indicar que, debido al mal momento de forma del albaceteño, el que adelantaría su posición sería Manolo Martínez. Pero Mora se quedó en el banquillo y así el técnico albiazul, Carlos Ríos, sólo realizó una modificación en su once inicial respecto al anterior partido ante el Rayo, en el que a decir verdad el Decano había ofrecido una excelente imagen y mereció de largo el triunfo.
Tal y como había indicado en la previa el míster recreativista, que tuvo que sentarse en la grada de Balaídos al estar sancionado, su equipo no iba a salir a especular, sino con la clara intención de que el Celta no se sintiera cómodo en ningún momento, para lo cual tenía que arrebatarle el balón. Dicho y hecho, ya que en la primera mitad los vigueses no lanzaron ni una vez entre los tres palos del marco defendido por Fabricio, mientras que el Decano sí que tuvo algunas buenas opciones de marcar debido a que juntaron muy bien las líneas y después salieron con bastante velocidad y peligro al contragolpe.
El primero en intentarlo fue Pablo Sánchez tras una asistencia de Asen a los cinco minutos, pero tras un buen recorte su envenenado disparo se topó con Falcón. El ilicitano y Trashorras lo intentaron después con lanzamientos muy altos bajo la lluvia de Balaídos, y en el tramo final antes del intermedio sucedió una de las acciones claves del encuentro. Juan Villar cometió una falta en ataque en un balón aéreo sobre Falcón, y pese a que el colegiado la pitó el arquero local reaccionó de muy mala manera, propinándole un codazo al canterano albiazul que le costó una merecida expulsión, y es que incluso le rompió dos dientes al interior derecho de Cortegana. Su puesto lo ocupó Yoel, sustituyendo a Trashorras, en teoría el jugador con más calidad del Celta.
Si esa jugada ya fue un jarro de agua fría para los gallegos, acto seguido llegó el 0-1 por mediación de Emilio Sánchez, que definió a la perfección y a toda la escuadra, completando una jugada de tiralíneas entre Lamas, Aarón y Pablo Sánchez tras un despeje local en un saque de esquina. El albaceteño, titular por sorpresa después de muchas semanas sin gozar de oportunidades en una campaña bastante gris a nivel personal, anotaba su primer tanto de esta temporada. Y suele hacerlos de bella factura, ya que en el pasado ejercicio también hizo sólo uno, pero fue con una excelente vaselina sobre el bético Goitia. El partido se le ponía muy de cara al Decano, aunque con el recuerdo del de Granada hace un par de meses, en el que también se marchó al descanso con ventaja y con su rival en inferioridad numérica.
David Rodríguez, que poco antes había tenido un feo encontronazo con Fabricio, gozó a la hora de partido de una buena opción de empatar con un buen cabezazo tras un medido centro de De Lucas que se encontró con una gran respuesta del cancerbero albiazul. Aarón y Asen probaron después fortuna antes de que Pablo Sánchez lograra el tanto de la sentencia en el minuto 63. El gaditano marcó por segunda semana seguida y ya lleva cuatro, empatando en la tabla de pichichis a Jesús Vázquez y Lamas. Recibió un pase de Rafita en un contraataque y con un soberbio zig-zag se marchó de los dos centrales y posteriormente del portero para marcar casi sin ángulo uno de los goles sin duda alguna de la jornada.
Ahí murió el partido y en la última media hora estuvo siempre mucho más cerca el 0-3 que el 1-2, ya que el Recreativo defendió a la perfección y movió el balón sin complejos ante uno de los aspirantes al ascenso, demostrando que se encuentra en su mejor momento de la temporada. Pablo Sánchez, muy incisivo toda la noche, envió al poste una asistencia de Aitor desde la izquierda, y después el capitán del Decano pudo marcar en otras dos ocasiones. Ontanaya López fue excesivamente tarjetero con los onubenses, pero pudo perdonarle la expulsión a Lago tras un agarrón a Villar que dejó en tarjeta amarilla.
Cuando el encuentro ya agonizaba, y con los 10.000 espectadores de Balaídos ya pitando a su equipo y marchándose del estadio, un pase al hueco de Dani, que acababa de saltar al terreno de juego, le dejó en bandeja el último tanto a Juan Villar, que no falló a pesar de que pecó algo de individualista, ya que tenía sólo para empujarla a puerta vacía a Asen. El Decano salió muy fortalecido de tierras gallegas y volvió a demostrar que esta campaña se le da mejor jugar ante los equipos de arriba. Ganó 0-3 y mientras que su portero sólo tuvo que hacer una parada y va camino del Trofeo Zamora, el del Celta, Yoel, fue el mejor de su conjunto pese a la goleada. Obtuvo su tercera victoria a domicilio de la temporada, encadenó su séptima jornada seguida sin perder, y el único saldo negativo de la noche fue que Manolo Martínez, Raúl Cámara y Rafita, tres de sus titulares, vieron la quinta tarjeta y no podrán jugar el derbi ante el Xerez.
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