Las auditorías demuestran que en junio de 2003, el Recre ya debía 5,7 millones.
Se trata de las auditorias encargadas por los dirigentes del Decano a una prestigiosa firma consultora onubense desde la temporada 2002/03 a la 2007/08, que ponen de manifiesto que el origen de la enorme deuda bruta (22,9 millones de euros a fecha 30 de junio de 2009) que ha obligado al club a acogerse a la Ley Concursal, no procede del último descenso a Segunda División, tal y como vienen argumentando el alcalde Pedro Rodríguez, el presidente Francisco Mendoza, el consejero delegado Michael Dumois y sus afines. Al contrario, el Recre viene soportando la carga de un elevado déficit desde prácticamente los primeros pasos del actual Consejo de Administración, constituido el 5 de julio de 2001.
En este sentido, el Balance de Situación del ejercicio 2002/03 revela que el equipo de fútbol debía ya 5.699.412,30 euros a fecha 30 de junio de 2003. Una cantidad que, no hace falta recalcarlo, dista mucho de la llamada deuda cero que por entonces pregonaban Rodríguez, Mendoza y Dumois. Y no pueden excusarse los dirigentes albiazules en las deudas anteriores a la transformación del club en SAD, pues como el propio Consejo de Administración reconoce en un informe anexo a la auditoria, “en septiembre de 2002“, la entidad “terminó de abonar la Deuda Histórica con Hacienda y Seguridad Social que ascendía en el año 2000 a un importe de más de 1.400.000.000 pesetas“. Y cabe recordar que la deuda con las administraciones públicas significaba la parte del león del déficit histórico del antiguo Recre.
Es decir, la raíz de la deuda que ha conducido al club a la Ley Concursal se encuentra en la mala gestión de la actual directiva casi desde su llegada a los despachos del Nuevo Colombino y en los vericuetos de la mal llamada Operación de Salvación del Recreativo, que en realidad descapitalizó al club y le abocó a un futuro financiero incierto por las condiciones que impuso el Ayuntamiento para el beneficio político del alcalde Pedro Rodríguez, sin tener en cuenta para nada los intereses del Decano.
La documentación también da fe de las dificultades del Recre para hacer frente a sus deudas, viéndose obligado a hipotecar sus mejores activos en fecha tan temprana como finales de 2003. El 20 de noviembre de 2003, el club firmó un Acuerdo de Aplazamiento de la deuda con la A.E.A.T. (Hacienda) ofreciendo como garantía la “cesión de los derechos económicos derivados del contrato de cesión de derechos de televisión suscrito por el Real Club Recreativo de Huelva, S.A.D. y para las temporadas 2003/04, 2004/05 y 2005/06“.
Menos de dos años después, el 19 de mayo de 2005 , el Recreativo cedió “la garantía hipotecaria sobre los locales n5, n6, n15, n16 situados en el Nuevo Estadio Colombino a favor de la A.E.A.T.” Con posterioridad, el Recre negociaría otros aplazamientos, pues la deuda con el Estado no dejó de crecer, ofreciendo siempre sus mejores activos como garantías, sobre todo los contratos televisivos, lo que acabó dejando al club sin margen para evitar la Ley Concursal. Aún así, la deuda se disparó. Poco a poco al principio, incontenible, después. Así, los 5.998.252,16 de euros que se debían el 30 de junio de 2004, se transformaron en 6.835.818,30 de euros a 30 de junio de 2005; en 12.521.722,11 de euros a 30 de junio de 2006; en 14.031.075,44 de euros a 30 de junio de 2007; en 24.163.663,14 de euros a 30 de junio de 2008; y en 22.907.987,59 a 30 de junio de 2009.
¿Y la deuda neta? Pues según recogen las Auditorías el 30 de junio de 2003 el Decano declaraba un superávit de 2.523.695,15 euros, logro que los auditores ponían en cuestión al discutir la “inclusión como parte del Activo Circulante del balance de un crédito a corto plazo por importe de 6.144.840,15 euros para el que no nos fue posible confirmar, con la certeza razonable y suficiente, el momento de su recuperación o compensación“, pues “correspondía a parte de las cantidades entregadas por la SAD para la construcción de un nuevo estadio de fútbol cuya propiedad fue finalmente asumida por el Excmo. Ayuntamiento de Huelva“.
Para el 30 de junio de 2004, la deuda neta era de 3.983.045,94 de euros; a 30 de junio de 2005, de 4.257.471,34 de euros; a 30 de junio de 2006, de 8.695.308,11 de euros; a 30 de junio de 2007, de 7.612.566,02 de euros; a 30 de junio de 2008, de 12.485.753,17 de euros; y, finalmente, a 30 de junio de 2009 (último dato conocido), de 17.159.717,65 de euros.
La propaganda del Consejo y la realidad de los números
La política de deuda cero, instaurada por el actual Consejo de Administración y pregonada desde el Ayuntamiento y su entorno mediático, fue muy bien recibida por el recreativismo tras las penurias financieras sufridas por la entidad años atrás, en los que la amenaza de la desaparición del club tomó fuerza. Sin embargo, las Auditorias demuestran que mientras decían un cosa, los dirigentes albiazules hacían otra, gastando mucho más dinero de lo ingresaban, si bien, jamás lo reconocieron públicamente. Al contrario, los gestores negaron la existencia de cualquier tipo deuda o, más recientemente, la cifraron muy por debajo de la real. Sirvan estos dos ejemplos.
El 13 de septiembre de 2006, Dumois afirmaba a Odiel Información, que “en este momento no tenemos deudas, estaríamos en un equilibrio presupuestario“, cuando en junio de ese año la deuda bruta del Recre ascendía a más de 12,5 millones de euros, y la neta a casi 8,7 millones. El 21 de mayo de 2009, el consejero delegado desmentía en esta cabecera al profesor José María Gay de Liébana (que cifraba la deuda albiazul en 12,5 millones de euros), para asegurar que el Decano sólo debía “seis millones“. Pues bien, a 30 de junio de 2009 la deuda bruta era de 22,9 millones y la neta de 17,1 millones.
Y el 1 de agosto de este año, Francisco Mendoza afirmaba en estas páginas que “la situación económica tiene solución, no es un problema“. El 20 de septiembre, el Recre se veía obligado a acogerse a la Ley Concursal.
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