Más allá de la mera despedida de Pablo Alfaro y de la presentación de Juan Merino y Carlos Ríos como sus sucesores en el banquillo del Recreativo, las comparecencias del maño y del linense han estado marcado por un sorprendente cruce de acusaciones que el preparador maño aclaró poco después argumentando que todo se había debido a una malinterpretación.
En un principio, las palabras de uno y otro dejaron entrever que Alfaro podría haberse sentido traicionado por Merino al haber aceptado este el reto de sucederle y no haberse marchado con él.
"Me quedo con lo bueno, que ha sido mucho. Cuando llega Juan llega con el sentido de hombre de la casa por los años que estuvo aquí como futbolista. Ayer cuando a las 12 me reúno con el director deportivo y el consejero delegado y me hacen pública la decision tomada, una de mis primeras acciones es llamarlo a él y por situaciones personales sólo hemos hablado por teléfono pero aún no cara a cara y mirándonos a los ojos y espero que nos podamos sentar y él me de sus impresiones y yo las mías", dijo Alfaro al tiempo que le desaba suerte: "A nivel profesional ya lo conocia y a nivel personal ha sido un placer, es una persona preparada, que quiere al Recre y le duele cuando van mal y sólo me queda desearle lo mejor".
Juan Merino, por su parte, fue muy explícito respondiendo a Alfaro. "En todo momento de él no te puedo hablar mal, pero lo digo ahora, mañana, y pasado; no tengo que mirarle a nadie a los ojos para decir o saber si una persona se ha equivocado o no porque tiempo suficiente ha podido tener para conoceme; no me ha molestado, pero me gusta que las cosas sean claras y más en los medios de comunicación", dijo el linense, quien justificó su decisión de aceptar el reto.
"En principio hablé con el club y con Alfonso, porque mi idea era sacarme el carné y así se lo hice ver al club cuando vine, con la opción esa. Cuando hablé con el club y con Alfonso. Cuando vine, ya Pablo Alfaro estaba firmado, y le pregunté a él si para él iba a ser un enemigo o un compañero, porque gracias a Dios en el mundo del fútbol me salieron las cosas bastante bien cuando jugaba, tenía siempre las puertas abiertas, pero me dijo Pablo Alfaro todo lo contrario: 'cuanta más experiencia en el cuerpo técnico, mucho mejor'. Las cosas no le han salido bien y llego hasta aquí porque mi idea y mi ilusión era seguir de segundo, tenía los tiempos marcados por el cuerpo técnico, lo fácil hubiera sido inscribirme en el curso de entrenadores", agregó Merino, quien apostilló que se sienta en el banquillo "porque el club me necesita y soy un hombre de la casa".
Sin embargo, Alfaro contactó con Juan Merino poco después de conocer su reacción para explicarle la verdadera intención de sus palabras y dar por zanjado el asunto que ha enturbiado el relevo de uno por otro al frente del banquillo albiazul.
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