Carlos Ríos: “A partir de que llega Julio como director deportivo, mi situación cambió”

El ya ex entrenador del Recre aseguró que “él es el Sol y yo la Luna”. Desmintió que vaya a fichar por ningún equipo y confirmó que firmó una clausula de penalización por si arranca la temporada con otro equipo.

Carlos Ríos compareció hoy por última vez en sala de prensa, para despedirse del club, los medios y de la afición, tras presentar ayer la dimisión de forma irrevocable. Una noticia que ha hecho temblar los cimientos del entorno albiazul, por lo inesperado del mismo, aunque se especulara con la posibilidad en las últimas semanas.
A nadie le era indiferente que el choque de caracteres entre Carlos Ríos y Peguero era evidente, y que toda la situación que estaba dándose en la plantilla, le estaba afectando sobremanera. Pero que el propio Ríos decidiera dar el paso de marcharse, tras renovar por dos temporadas con el equipo fue una autentica ‘bomba’.
Así, Ríos accedió a la sala de prensa del Nuevo Colombino en compañía del presidente José Miguel de la Corte y el consejero Fidel Astudillo. Ambos decidieron no hacer declaraciones por respeto a Ríos, cediéndole el protagonismo absoluto para el gaditano, el cual dejó claro que serían las únicas declaraciones que haría del tema, ya que necesitaba desconectar un poco de todo.
Antes de que los periodistas le pudieran bombardear con sus preguntas, Ríos quiso dejar claro que “cuando yo cogí al primer equipo, fue una entrada sin hacer mucho ruido y me gustaría salir de la misma manera. Creo que en el momento que estamos es importante para el club y por mi parte intentaré despedirme del recreativismo, sin hacer mucho ruido“.
Así, las razones que esgrimió para abandonar al barco albiazul eran porque “no me encuentro a gusto y no tengo la motivación necesaria. Creo que eso para mí es súper importante y antes de que comience la pretemporada e incluso la competición, donde creo que sería un momento mucho peor que este, he decidido tomar esta decisión. Ha sido difícil tomar este camino, porque renuncio a dos años de contrato, en un club de Segunda División A y que no había entrenado hasta que llegué aquí. Renuncio al cariño de muchísima gente, renuncio a un contrato económico que nunca había tenido en mi vida deportiva y que le daba una estabilidad importante a mi familia. Por lo tanto, es una decisión muy difícil de tomar, pero antepongo mi felicidad porque está muy por encima del fútbol, por mucho que a mí me guste“.
Tras agradecer a las personas que conforman el club, medios y aficionados lo bien que se le ha tratado en estas dos temporadas que ha estado entre filial y primer equipo, Ríos también quiso matizar que “con casi total seguridad el 1 de julio formaré parte de la gran cantidad de parados que hay en este país y es una situación que sabré llevar, y que con fortaleza intentaré hacerlo lo mejor posible, si hay otra aventura. Quiero dejar claro que la explicación que he dado de mi salida, es la única y verdadera, y que no me voy a ningún equipo. De hecho le he preguntado al Consejo en la reunión que tuve ayer, que pusieran una clausula donde si hubiera un equipo, tendría que abonar una cantidad que difícilmente sea viable. Por lo tanto, lo que me preocupa es mi felicidad, el intentar ahora desconectar unos pocos días y tomarme unas vacaciones que no había iniciado. Quiero estar lo más fuerte posible por si en un futuro se presenta una nueva aventura“.
En el turno de preguntas, Ríos explicó que su salida era algo es una situación que “venía viendo desde hace tiempo, sobre todo desde que se inició el tema de la renovación. Pensaba que mi desilusión era una cosa pasajera, porque sabéis que soy una persona optimista y que lleva la ilusión por bandera. Pero iba notando que las cosas no se solucionaban y que seguía muy desanimado. Todo eso me preocupaba muchísimo porque sabía que no iba a estar a gusto. Está claro que habría sido mejor para todas las partes haber tomado esta decisión hace mes y medio, incluso para mí porque posiblemente ahora tendría hasta otro equipo, pero las cosas se han dado así“.
En este sentido, el sanluqueño explicó que “no he tomado esta decisión por cosas concretas. Son pequeñas cosas que suman mucho, para que con todas yo no sea feliz. Quien me conoce sabe que tengo muchos defectos, pero no soy hipócrita, ni falso y no juego con una entidad como es el Decano. Me podría quedar, iría bien o mal la cosa, y si iría mal me echarían en la jornada trece.. Pero me llevaría una cantidad de dinero para casa, que falta me hace. Pero yo no soy así y no creo que el Consejo, que en un principio puede no entender mi decisión, se lo merezca. Tampoco se lo merecería la entidad, la afición y la ciudad en general. Merecen un entrenador entregado y motivado con la situación actual para sacarla adelante. Y como en mi caso no es así, prefiero tirar de la honradez y dar el paso de marcharme. Creo muchísimo en la motivación y si no estoy motivado, difícilmente voy a motivar a los demás“.

Con el paso de los minutos, y con un Carlos Ríos más relajado, este empezó a dejar entrever los motivos reales de su salida.. Las claras discrepancias con Julio Peguero y su pérdida de credibilidad y protagonismo ante el Consejo. El ya ex entrenador del Recre comentó a este respecto que “no es que me vaya por discrepancias con Julio Peguero, ya que el Recreativo lo conforman muchas personas y una sola no te va a hacer tomar esa decisión. Es evidente que él ve las cosas de una forma y yo de otra. Él ha contado conmigo en los fichajes y no tengo ninguna queja al respecto. Lo que pasa es que es el Sol y yo la Luna, y lo digo con todo el respeto. Realmente estamos separados por una gran distancia y así es difícil. Mi trato con Julio es cordial y de hecho al principio viajamos mucho para ver partidos y recuerdo muy bien ese periodo. Quizás lo que ocurre es que ahora estoy más desencantado y han existido pequeñas discrepancias que han ido minando y desanimando. No ha sido algo extremo, pero si situaciones sueltas“.
Finalizó Ríos sus declaraciones, hablando del papel secundario al que le había relegado Peguero, tras su llegada al club. Según Ríos “desde el primer día noté que el presidente y el Consejo me ofrecieron su apoyo incondicional. Me encontraba a gusto y me sentía valorado. Es algo que siempre agradeceré a este Consejo y a su presidente, José Miguel de la Corte. Pero es cierto también que la importancia que tenía como entrenador, a partir de que llega Julio como director deportivo, mi situación cambió, ni mejor ni peor, pero diferente seguro. En ese momento pasé a ser un entrenador como otro cualquiera, que está aquí y ya está. Digo esto porque a mí me ilusionó mucho el hecho de que yo lideraba y canalizaba los sueños de mucha gente, donde todos eran importantes y ese proyecto era el que a mi realmente me ilusionaba. Me refiero a esas charlas, esos cafés.. Donde transmitíamos muchas cosas, en el que todos trabajamos para crear un clima bueno que pudiera sacar al equipo de las catatumbas. Estaba totalmente integrado y de hecho, en esa situación hubiera renovado en veintiocho segundos. Les hubiera dicho que iría con ellos al fin del mundo. Realmente no he tenido ningún enfrentamiento con Peguero, pero si un desencanto. Tras la llegada de Julio dejé de estar tan involucrado. He tomado una decisión madurada y aquí pongo punto y final“.

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